martes, 18 de noviembre de 2008

SOLEDAD MEXICANA


Y soy un extraño sin felicidad caminando las calles de México recordando. Mis amigos, se me han muerto, mis amantes desaparecieron, mis putas fueron proscriptas, mi cama apedreada y sacudida por los terremotos y no tengo hierba santa para volarme a la luz de las velas y soñar humo de autobuses solo eso, tormentas de polvo, y las mucamas que me espían furtivamente a través de un agujero en la puerta, taladrado secretamente para observar las almohadas con que hacen el amor los masturbadotes. Yo soy la gárgola de Nuestra Señora soñando en el espacio sueños grises –brumosos-. Mi rostro apunta hacia Napoleón no tengo forma. La libreta en la que anota las direcciones postales está plagada de "Que en paz descanse". No creo en el valor del vacío, me siento cómodo sin honor. Mi único amigo es un viejo marica que no posee una máquina de escribir que, si fuera mi amigo, intentaría sodomizarme. Queda algo de mayonesa, una no deseada botella de aceite, campesinos lavando el tragaluz, un loco con quien comparto el mismo cielorraso hace gárgaras en el baño contiguo unas cien veces por día. Si me emborracho tengo sed, si camino mi pie se rompe, si sonrió mi máscara es una farsa, si lloro sólo soy un niño, si recuerdo miento, si escribo, ya todo fue escrito, si muero, la muerte llega a su fin si vivo, la muerte recién comienza, si espero, la espera es más prolongada si parto, la partida ya no existe. si me duermo la dicha suprema es pesada la dicha pesa sobre mis párpados, si voy a cines baratos me comen las chinches. No tengo dinero para cines lujosos. Si no hago nada, nada lo hace.
JACK KEROUAC

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