sábado, 17 de abril de 2010

MUJER QUE DICE CHAU


Me llevo un paquete vacío y arrugado de cigarrillos

y una revista vieja que dejaste aquí.

Me llevo los dos boletos últimos de colectivo.

Me llevo una servilleta de papel con una cara mía que

vos habías dibujado; de mi boca sale un

globito con palabras, las palabras dicen cosas cómicas.

También me llevo una hoja de acacia recogida en la calle,

la otra noche, cuando caminábamos separados

por la gente.

Y otra hoja, petrificada, blanca, que tiene un agujerito

como una ventana, y la ventana estaba tapada

por el agua y yo soplé y te vi,

y ese fue el día en que empezó la suerte.

Me llevo el gusto del vino en la boca (Por todas las cosas buenas, decíamos. Por todas las cosas

mejores que nos van a pasar).

No me llevo ni una sola gota de veneno.

Me llevo los besos cuando te ibas.

Y un asombro por todo esto que ninguna carta,

ninguna explicación, pueden decir a nadie lo que ha sido.

Eduardo Galeano

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