miércoles, 28 de enero de 2009

POEMAS DEL LIBRO "LAS SEMILLAS DE LA LOCURA " DE ROXANA PATAGUA

Las semillas de la locura

Dibujo sensaciones
en el inconsciente de mi ser,
justifico mi locura
controlada
en este desolado orden
repulsivo y a la vez excluyente.

Ya no puedo tocarlo,
no me da el mismo calor,
el cuerpo yace frío e inmóvil,
mientras que yo
voy durmiéndome a su lado.

Tanto he garabateado mi alma
que ahora no distingo
la fantasía de lo real.

Caída de estereotipos,
de verdades (sueños)
rotas
imaginario descubierto.
Falsedades develadas
y un amanecer nuevo.


Diminutos pensamientos
invaden esta frágil alma vagabunda
de caminos inciertos pero placenteros.
Líneas sin fin
que recorren tanto por mi cuerpo
como por esto llamado vida terrenal.
Sublimes desiertos
acechan mis pensamientos,
no me dejan verlos,
tengo sed,
hasta aquí llegué.

Cruel infortunio
juegas con mi cuerpo
y lo tratas como marioneta
en las vías de mi pensamiento
Hoy te he visto
en la encrucijada de mi vida
y fue efímeramente bello
saber que aún puedo amar.

Apagamos la luz del deseo
ahora veamos la realidad.
Desbordaron los cauces razonables
ahora la pasión es la guía de las desdichas.
Se acortaron los tiempos
y las distancias
queda simplemente
el contacto con la muerte.
Se acortaron los tiempos
y las distancias
queda solamente mi “yo” desnudo,
vulnerable
para ser destrozado
por la incomprensión mundana de “ellos”.

Rapsodias lúgubres
señalan mi destino
incierto de acciones
y rico de ideas sin concretar.
Tristezas, sólo ellas me acechan.

Agua turbia se desliza entre nosotros
Imposible alcanzar la verdad
No podemos ver
Mierda y más mierda corre
y no te puedo ver.

Solitaria lluvia apaga
los incendios furtivos
del otoño taciturno
de melancolía barata
por aquello que no fue
ni tampoco será
lo posible ya se esfumó,
desgracia la mía.

Dialogo nocturno,
en la oscuridad
las voces son mas nítidas,
son muchas,
unas más agradables que otras,
son las mías.
No cesan de discutir,
de debatir en busca de una verdad existente
sólo para mí;
da igual
me pertenecen y yo a ellas.


LLAMAME MAS TARDE ME ENCUENTRO MATANDO A LA LOCURA.

Mi humilde torre de huesos
divisa a lo lejos paisajes sin forma.
Pero me apodero de ellos
y logro darles sentido en mi imaginación,
mas creo que no existen
sólo yo
y no me entiendo.

He regresado al lugar donde construí tantos sueños.
Hoy quedan escombros o ruinas de ambos
transcurren solitarios mis días,
perseguida estoy por la cotidianidad.
Agotada,
desgastada.
Yo no quiero conquistar el mundo,
dejáme,
sólo quiero ser libre,
elegir mi infierno,
no el cielo,
es muy perfecto para mí.

Compré un sueño de contado
No bastó.
Otro lo pagué en cómodas cuotas
Aún sigo pagándolo.

Envuelta entre difusas sombras me hallaron,
preguntaron quién era la extraña
y nadie respondió,
todos participaron en el ocaso
de la debilidad humana.
No conozco a ninguno de ellos,
qué importa ya,
todo fue hecho a su tiempo
pocos entienden las razones,
es que no las hay para su mundo
superficial y extasiado
de banales alegrías.
Mi realidad me condenó
en los intentos de comunicación con el “ello”,
ganaron los verdugos
creados por la invención de la aquí presente.

Yo prefiero la noche, y Ud.?
prefiero vagar con mucho público de fondo
y con poca luz.
Es en la oscuridad
donde resplandecen
las miserias humanas más grandes
como también las virtudes.
La noche despierta
mis turbias fantasías una vez más.

No existo,
me he convertido en nada,
una nada visible
que deambula
buscando ser descubierta
en un macro espectro
del que formo parte.

Palabras de rojo,
voces aisladas
resurgen en la oscuridad
perdida de los años.
Reaparecen golpeando mi cuerpo,
recuerdo vagamente la sangre en la pared,
huesos rotos y marcas en mi piel.
Un mismo movimiento de desconcierto
¿qué me hicieron?
¿por qué?
Si yo era inocente.

Concluye todo,
los errores no fueron perdonados,
el rencor pudo más,
es verdad el perdón es divino.
No hay formas para cambiar lo hecho,
ya está,
el alcohol ganó.

Madrigueras de infiernos perdidos

Pedazos de infiernos
yacen esparcidos por esta alma
descarriada de noches sin rumbo,
de días frágiles por la imposición del “ellos”.
nada satisface la realidad construida,
NO CORRAS, CAMINA.

Derrumbo paredes de fantasías
y encuentro realidades crueles,
ajenas a mí,
pero que quieren imponerme,
ellos son extraños.
Entonces vuelvo a levantar los viejos muros
y me quedo aislada
pero siendo “yo” en esencia.

Desencanto extraño y furtivo
se desata en la noche.
Silencio de culpa
atraviesa el vacío oscuro
de este momento.
Nada queda hecho el daño,
el cuento de hadas terminó
sin final feliz.

Las cruces han caído,
no resucitó nadie,
nada sorprende,
pero un fiel espera,
entonces hay esperanzas.






Roxana Patagua de 33 años, nacio en Jujuy , profesora de Historia de nivel medio. Colabora con la revista "El Caldero Del Diablo " desde sus inicios.



En noviembre de 2008 publico el libro "LAS SEMILLAS DE LA LOCURA".

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