domingo, 1 de noviembre de 2009

SUEÑOS DE NIÑA ...

CORDOBA - ARGENTINA


Cuando era una niña soñé, ser una princesa que vivía en lo alto de un castillo; sentada esperaba ver pasar a mi príncipe.
Cuando era niña, me enamore de ese príncipe de mis sueños, parecía tan perfecto, que verlo pasar y poderlo saludar era mi mayor anhelo.
Una mirada bastaba
, una sonrisa era suficiente, para imaginarlo en un caballo blanco, todo gallardo, hermoso y valiente con un espada en la mano, sorteando obstáculos para llegar a mi torre y llevarme con el.
Pasaron los años y mi príncipe se enamoro de mí, mis sueños de niña, ya de mujer se hacían realidad, no lo podía creer.
Mi príncipe estaba allí, había superado todas la barreras que nos separaban llegando así a lo alto de mi castillo e intento rescatarme.
Pero mi mundo, era demasiado gris, y su luz no me alcanzaba para encontrar la salida. Su amor no era suficiente para escapar de mi realidad.
Un día, cuando los sueños me regalaron un milagro convertido en amor, deje a mi amor, a mi príncipe partir, en sus ojos había tristeza y desilusión, un porque en su mirada que no podía responder, cerré la puerta de mi corazón mientras mi alma y la suya se rompían en mil pedazos.
Yo no fui valiente, no luche por mi príncipe, simplemente lo mire partir y aunque quise gritar, correr y alcanzarlo, no pude hacerla, mis pies se quedaron allí plantados sin movimiento, solo mis lagrimas pedían a grito -NO TE VAYAS.
Hoy mi mundo ya no es gris, mi castillo, huele a primavera, hay colores en mi vida, y los fantasmas quedaron atrás, hoy el arco iris me da vida y aroma de las flores perfuma mi alma.
HOY, ese príncipe era el más lindo recuerdo de mi niñez y de mi adolescencia, mi príncipe ojos color miel, así lo llamaba, porque así me miraba.
Sin siquiera esperarlo, hoy nuestros caminos se cruzaron y seguí viendo en el a ese gallardo caballero, valiente y tierno que una vez ame.
Nuestras miradas lo dijeron todo, y volvimos a alejarnos sin decir palabras.
Me quede pensando en el, en su sonrisa, en sus ojos, en que para mi era el mismo, no había cambiado nada, era aquel que siendo niña robo mi corazón y nunca mas me lo devolvió, aquel príncipe azul de los cuentos de hadas del que me enamore, que aun hoy después de tantos años hizo saltar de alegría mi ser, y al recordar su voz y su mirada se sonrojaron mis mejillas y temblaban mis palabras.
Sacándome de mis sueños, tan profundos, escuche golpear la puerta y corrí a abrirla.
Era mi príncipe, vestido de gala, con un rosa en la mano y con una voz que toco mi alma, me dijo:-AUN TE AMO.....
Lo abrace y bese sin pedir permiso.
Esta vez deje que mi corazón actuara, si algo le faltaba a mi castillo, la llegada de mi príncipe me saco de la realidad y me devolvió a mi mundo de sueños e ilusiones donde mi realidad es totalmente IRREAL..........

MYRU R.

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