martes, 10 de febrero de 2009

ESCRITOS DE PABLO ESPINOZA.




A los 17.



Un viaje al Perú.

Dos hijos.

Un gato.

Te acordás?

quiisimos cambiar el mundo.


Nilda.


Conocí el mar en las caracolas vacías que ella me traía de sus viajes por otros mundos.
Un día se quedó dormida en el colectivo.

Y yo dejé de creer.



De noche se ven luces rojas en el cielo.
Y me niego a creer que sean sólo los focos de las antenas que se ponen para evitar que aviones y/o helicópteros errantes choquen contra los edificios.

Para mi siempre van a ser otra cosa.

Esas luces rojas que se ven en el cielo.


De noche.


Palabras para decirte lo que me pasa?

Digo “te amo”. Y con eso qué??

Mañana te llamo. Prometo ser breve.

A dos metros de mi cama incursión armada sobre un campo de refugiados.




Mi compañera ya no está.

Alguna vez estuvo?

En la habitación vacía sólo tengo una higuera y una soga.
Una higuera y una soga Una higuera y una soga Una higuera y una soga Una higuera y una soga Una higuera




A la señorita con mochila de Eterna Inocencia.

Yo era el de campera marrón. Sentado en el último asiento, junto a la ventanilla, del lado izquierdo del colectivo.
No me animé a acercarme.
Bajaste en la esquina de la San Bartolomé. En Chijra.
Y me quedé con un libro de cuentos de terror en la mano, puteando mi cobardía.


Teníamos el mismo tatuaje de Snoopi.
Ella cerca del pupo, yo en el antebrazo izquierdo.

(Tal vez por eso nunca fue posible).Diario de un luchador mejicano en Tilcara.
(Página 26).


Me embola que ya hayás encontrado al amor de tu vida.





BIOGRAFIA DE Pablo Espinoza (Jujuy-1983)


A veces la realidad imita o supera a la ficción más atractiva. Determinadas personalidades parecen haber existido sólo para nutrir un denso argumento destinado a cualquier medio narrativo. En el caso concreto de Pablo Espinoza, esta realidad atípica que lo envuelve en un halo de misteriosa existencia, lo acerca de manera inequívoca a un ser ficcional. En sus 25 años ha intentado de todas las maneras posibles atravesar los límites de lo real desde la poesía, desde la plástica y también desde el teatro. Publicó tres libros: “Nunca te enamores de una actriz de teatro”, “Ojalá fuésemos superhéroes” y “Mi amiga se esconde”. El año pasado, participó de la muestra colectiva “Voy a vestirme de traje aunque me vea mal”. Ha formado y forma parte de grupos teatrales como “La vaca teatro” y “Don Carnavalito”. Su actitud frente al arte es devastadoramente innovadora, ama lo posible y lo imposible, es exigente consigo mismo, ama el buen criterio y el misterio. Y como toda personalidad, tiene sus excentricidades: Le gustan mucho los caramelos, es fanático de Boom Boom Kid, pinta con las manos y renunció a ser astronauta para convertirse en un cultor de la lucha libre mexicana. Un creador tan escasamente convencional sólo puede suponer una visión privilegiada de una figura irrepetible.


Fernanda Escudero

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